
Cuando estás enamorada o enamorado de un proyecto, haces todo lo que está en tus manos para que ese proyecto llegue a buen término, pones atención a todos los detalles, le das seguimiento constante al progreso del proyecto y disfrutas cada segundo que inviertes en él. ¿Te ha pasado? Es una sensación muy rica.
Bueno pues yo creo que esa misma actitud deberíamos de tener todos y cada uno de nosotros con nuestra vida.
No sólo en la parte profesional o familiar, sino en tooodas las esferas que componen tu vida y la mía.
Me refiero a poner todo mucho cariño, esfuerzo, atención, tiempo y energía a los aspectos fundamentales de una vida consciente y feliz.
Asuntos como:
Seleccionar cuidadosamente los pensamientos que dejamos florecer.
Elegir conscientemente las emociones que queremos experimentar, sumadas a las que experimentaremos en automático.
Seleccionar con amor y cuidado el contenido que leemos, vemos y escuchamos y seleccionar también las conversaciones y personas con las que nos involucramos.
Darle ejercicio y descanso a nuestro cuerpo físico en armonía y en cantidades suficientes.
Darle todos los días, momentos de silencio completo a nuestra mente, sí, eso quiere decir nada de teléfono, nada de redes sociales y nada música ni charlas por cierto tiempo al día.
Seleccionar y aprender las habilidades que necesitas para moverte en este mundo y florecer, sólo este bullet puede ser tarea de varios años.
Me refiero a habilidades como disciplina emocional, dureza mental, empezar una conversación desde cero, hacer preguntas, buscar respuestas, cuestionar esas respuestas, hacer cero dramas, tener ecuanimidad, aprender a negociar y aprender a ser buen líder y buen jugador en equipo…para empezar.
Tal vez piensas que para enamorarte de tu vida tendrías que tener una vida perfecta, llena de glamour, lujos, mucho dinero y muchas emociones.
O tal vez crees que para enamorarte de tu vida debes de ser una excelente persona, onda el Buda o Jesús de Nazareth, pero no, para enamorarte de tu vida no necesitas nada de eso.
Para enamorarte de tu vida, necesitas recordar que:
Esa vida que tienes, como quiera que sea, es toda tuya, de nadie más.
Tú, y nadie más que tú, tienes el poder para hacer de tu vida una maravillosa aventura, un viaje gris y aburrido o una historia de drama.
Esa vida que tienes ahora, tiene fecha de caducidad y no sabes cuál es.
Y finalmente, no importa cuáles sean tus circunstancias, siempre puedes elegir qué pensar, haciendo eso puedes elegir qué sentir y con esas dos habilidades creas tu vida, momento a momento.
Suena a que es mucho por hacer, pero no tienes que hacerlo todo en un día.
Gracias por leer.
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