Para mí, hacer oración o rezar es hablar con el Gran Espíritu.* Y meditar es escuchar lo dice.
Con el tiempo las dos se combinaron dentro de mí, y el resultado fue un sabroso diálogo meditativo con el Universo.
Sobra decir que he encontrado un montón de respuestas dentro de ese proceso y que he crecido mucho como persona como resultado de cultivarlo.
¿Has vivido un proceso parecido? ¿Cómo ha sido para ti?
Gracias por leer.
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*Es la Fuente, el Tao, el Universo, el Wakantanka, algunas personas lo llaman Dios, pero nada que ver con el dios católico o judeocristiano.