Otra semana más, bueno, más bien varias, creo que pasaron 4 semanas entre la entrada semanal pasada y ésta. Ni modo, así es la vida.
Muy bien, aquí van 5 cosas que creo vale la pena compartir contigo:
UNO.
El siguiente viernes es ya es Diciembre. Hora de sacar el espíritu navideño y el arbolito del cajón.
Y hablando de espíritu navideño, hoy por la mañana que salí por un chocolate caliente me encontré que el pasillo afuera de mi departamento ya tiene varios adornos navideños, cortesía de mi casera.
Es un detalle muy lindo y lo tomé como una oportunidad para detenerme, hacer una pausa, soltar lo que estaba pensando y haciendo, para quedarme apreciando por un par de minutos esos adornos.
Los observé con calma, absorbí cada color y cada detalle de los dibujos de Santa y los muñecos de nieve, me hice consciente de cómo dos de esos adornos conviven muy bonito con los adornos chinos que tengo yo en el pasillo.
Finalmente reflexioné un poco y agradecí la generosidad de mi casera, con esos adornos le dió otro sabor al pasillo hacia las escaleras y nos hace más amable y navideño el transitar diario por ahí.
DOS.
Ayer decidí abandonar Twitter, no porque Elon Musk sea el dueño, realmente a mí me tiene sin cuidado lo que el Sr. Musk haga con su lana.
Lo que me hizo alejarme de Twitter es que desde hace un par de años (tal vez más) no me gusta que el algoritmo me muestre tweets de personas que no sigo, tampoco me gusta que los anuncios llenen mi timeline y que haya tanta mala vibra en las interacciones con otras personas.
El asunto de #TwitterOFF no podría importarme menos, así que irme de la red social no fue tan difícil, aunque sí voy a extrañar sentarme a poner mis ideas por escrito en pequeños textos, así que tal vez haga algo parecido en algunas entradas de este blog, algo así como un diario de pensamientos random.
Probé por unos minutos Mastodon, pero no me enganchó y como no tengo una comunidad a la que necesite darle avisos y como mi vida es muy aburrida para los estándares de las redes sociales de hoy, decidí de momento no tener un sustituto de Tuiter.
TRES.
Los vasos navideños de Starbucks me encantan. Para mí son como una extensión de mi árbolito de navidad o como pequeños shots de espíritu navideño que llevo conmigo.
Lo importante para mí no es si el café de Starbucks es bueno o no, o si es caro o no, lo importante es que me sirve como un detonante para ponerme en mi modo navideño más rápido y con mayor facilidad.
Mi modo navideño es una configuración de mi mente con la que veo todo con el doble de agradecimiento, el doble de alegría, el doble de paz, el doble de calma y trato de ser el doble de paciente y el doble de amable con las otras personas.
Después de vivir dos años y garra danzando con el COVID y todos los cambios que trajo y de tener varios asuntos de salud (incluida una breve visita a urgencias) voy a usar todos los recursos que pueda para recuperar mi armonía, como los vasos del SB.
CUATRO.
EarCandy: Estoy escuchando el disco: The Ghost of Cain, de New Model Army. Muy recomendable si te gusta el punk old school. Su canción «The Hunt» es una de mis favoritas y el cover que hizo Sepultura, es una chulada.
CINCO.
Mi salud mental es un «work in progress» constante, debo cuidarla día a día, porque me es relativamente fácil caer en mi programación de fábrica: pesimista, deprimido e inseguro.
Una de las herramientas que más me ha ayudado en las últimas semanas es lo que llamo «Shitty Journal» donde escribo todas las emociones negativas que he experimento y su relación con lo que vivo y pienso.
Después de escribir toda la mierda que llevo cargando, es mucho más sencillo ir soltando asuntos, resolviendo otros y sobre todo me ayuda a darme cuenta de que todo eso que siento es una creación mía, y que como tal, yo la puedo modificar.
Con este ejercicio me di cuenta de la cantidad de miedo y estrés residual que tenía acumulados en mi cuerpo como resultado de haber despertado a la mitad de mi operación de hernias inguinales y empezar a sentir dolor y ardor porque el efecto de la anestesia estaba pasando.
Una vez que me di cuenta de ello, lo empecé a trabajar, parte de ese trabajo fue irme a un pequeño spa un fin de semana a dormir y meditar y a que me masajearan todo y me exfoliaran todo.
Muy bien, eso es todo por esta ocasión.
Gracias por leer.
Hasta dentro de una semana.
Juan.
Me gustas tanto como los vasos navideños de Starbucks ❤
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Excelente blog! Ya huele a navidad!!!
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¡Sí! Ya huele a arbolito de navidad, ponche, toffee nut y romeritos. 😀
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